
Para cada color
existe un sentimiento
indudablemente
el azul, es el de los sueños,
el rojo el de la pasión,
el negro el del dolor,
el blanco el de la pureza,
tomándolos todos podría
comenzar a pintar aquello
que surca mi mente cuando te pienso
me apasionas con tu sonrisa
y tu mirada,
me purificas con tu sola presencia,
no te quiero azul,
no te concibo sueño inalcanzable,
no quiero que se cubra
de amarilla hojarasca
mi corazón con tu desprecio.
Anhelo convertir una flor
en rauda flecha,
anegarla de sensaciones y momentos
que ansió vivir a tu lado,
con el arco de la perseverancia
cual un misil,
arrojarla a surcar el cielo
para que alcance certera
tu escurridizo corazón,
así los pétalos
cual lluvia de colores
mojen tus cabellos,
lleno de verde esperanza,
cual limonero en retoño,
tome tus manos
las lleve a mi rostro
y ahogado en tu mirada
corone aquella sonrisa
bebiendo de tu boca un beso.
Por ti puedo extender los brazos
Hasta alcanzar el inmenso cielo
coger un puñado de estrellas
y arrojarlas una a una por tu ventana
impregnadas con un te ansió,
te necesito, te quiero.
Enciende la luz de tu alma
para que en esta nocturna búsqueda
no me pierda y encuentre
el camino que me lleve a tus brazos,
déjame navegar en calma
por el rió de tu ser,
déjame anclar en tu puerto,
voy a olvidar los remos
por un minuto junto a ti,
solos y en silencio.
Deseo profundamente
recostarme con la cabeza
en tu regazo,
que con tus manos acaricies
mis cabellos y de tu boca brote:
sabes, también te amo.
existe un sentimiento
indudablemente
el azul, es el de los sueños,
el rojo el de la pasión,
el negro el del dolor,
el blanco el de la pureza,
tomándolos todos podría
comenzar a pintar aquello
que surca mi mente cuando te pienso
me apasionas con tu sonrisa
y tu mirada,
me purificas con tu sola presencia,
no te quiero azul,
no te concibo sueño inalcanzable,
no quiero que se cubra
de amarilla hojarasca
mi corazón con tu desprecio.
Anhelo convertir una flor
en rauda flecha,
anegarla de sensaciones y momentos
que ansió vivir a tu lado,
con el arco de la perseverancia
cual un misil,
arrojarla a surcar el cielo
para que alcance certera
tu escurridizo corazón,
así los pétalos
cual lluvia de colores
mojen tus cabellos,
lleno de verde esperanza,
cual limonero en retoño,
tome tus manos
las lleve a mi rostro
y ahogado en tu mirada
corone aquella sonrisa
bebiendo de tu boca un beso.
Por ti puedo extender los brazos
Hasta alcanzar el inmenso cielo
coger un puñado de estrellas
y arrojarlas una a una por tu ventana
impregnadas con un te ansió,
te necesito, te quiero.
Enciende la luz de tu alma
para que en esta nocturna búsqueda
no me pierda y encuentre
el camino que me lleve a tus brazos,
déjame navegar en calma
por el rió de tu ser,
déjame anclar en tu puerto,
voy a olvidar los remos
por un minuto junto a ti,
solos y en silencio.
Deseo profundamente
recostarme con la cabeza
en tu regazo,
que con tus manos acaricies
mis cabellos y de tu boca brote:
sabes, también te amo.


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